- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Lo último
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Sabemos bien que cuando recibimos un niño en nuestros brazos, no viene con un manual de uso debajo del brazo, ni mas ni menos nos trae el milagro de la vida y el amor que provoca ese lazo afectivo que inicia.
Ese momento es mágico y único, lo sabemos bien, logra opacar cualquier otro sentimiento, duda o preocupación, al menos por un breve período.
A medida de que salimos de ese idilio inicial, comenzamos a transitar caminos sinuosos y muchas veces cuesta arriba y otras tantas, con la adrenalina de la pendiente en bajada fugaz.
Yo les diré que nadie puede decirnos como ser mamá, cual será la mejor decisión, porque cada situación es única, cada niño es único, los contextos, ya sea de tiempo o espacio en los cuales suceden las situaciones son únicos y nosotras mismas somos únicas.
A mi me gusta decir siempre, que nada tiene una única causa o influencia.
Todas las situaciones que vivimos son atravesadas por múltiples factores, con múltiples vivencias y sentimientos... no olvidemos los sentimientos, ya que producen una enorme influencia.
También me gusta decir que ante todo somos personas, por lo tanto primero y ante todo sentimos, si dejásemos de sentir nos estaríamos alejando bastante del "ser humanos" ¿no les parece?
Así reflexionaba sobre la maternidad en mi libro Cuarentonas en cuarentena. ... ahora también con corona. Sobrevivir a los 40 y no morir en el intento
"En este aspecto por sobre todos los
demás debemos hablar de sentimientos, ni la razón, ni el hábito, ni el
ejercicio superan al sentir.
La maternidad es principal y
secundariamente sentimientos.
Al escribir estas reflexiones se me vienen a la mente palabras que resuenan con frecuencia en mi mente, palabras de una profesora de la universidad, ella era médica y psicóloga, eximia y renombrada profesional, también madre de cinco hijos. Por aquel entonces yo tenía unos 20 años y ella se convirtió en mi “ídola”, modelo a seguir y digna de ser admirada. Yo, con apenas 20 años, no podía imaginar cómo esa mujer que apenas estaba llegando a los 50 años había transitado y construido tanto. Esa inteligente mujer habló con orgullo de su rol de madre, nos dijo que ante la crianza de sus hijos ella se limitaba a “ser” madre y que allí y sólo entonces olvidaba todos sus títulos y hasta sus conocimientos académicos, porque ante todo y en primer lugar sentía y actuaba desde el ser mamá; y redobló la apuesta diciendo que estaba muy bien que así sea porque nuestros hijos necesitan a su mamá… nada más y nada menos… yo agregaría, con sus aciertos y sus errores. Aquella mujer llena de humildad me dejó uno de las mayores enseñanzas.
Les voy a contar un poco mi mirada
acerca de lo que implica “ser mamá”, recordando siempre que no existe manual de
uso o instrucciones. Y que siendo realistas, no creo que sirviera de mucho si
existiera."
Si bien cada niño es único, como les decía, sumadas todas las influencias que les mencionaba y la multiplicidad de combinaciones, de relaciones que se dan entre ellos, ha de saberse bien que los niños como tales comparten ciertas características propias de su franja etaria.
Los niños como tales cumplen con algunas acciones inherentes a su condición infantil, que se replican en la mayoría de ellos.
Es una premisa fundamental que como padres tomemos conciencia, como ya les dije en otra entrada, que "ellos nos miran", observan nuestras acciones a cada instante, por lo tanto debemos ser muy cuidadosos no solamente con lo que decimos, sobre todo debemos ser cuidadosos con nuestros actos.
Solemos decirles: "no digas malas palabras", "no grites", "se paciente", "come comida saludable", etc.
Debemos revisar con sinceridad cuantas de esas cosas que les pedimos a ellos, las llevamos a cabo nosotros mismos tal cual se las pedimos.
Cuando les pedimos que no griten, si lo hacemos gritando de nada servirá, ya que la forma de aprendizaje mas primitivo es la imitación, ellos imitaran lo que hacemos.
Si les pedimos respeto y ellos mismos no se sienten respetados, nunca harán lo que les pedimos.
De este modo podría enumerar infinidad de situaciones.
La idea que deseo transmitirles, creo ha quedado bastante clara con estos ejemplos.
Ahora bien, ustedes se preguntarán por qué he colocado esta placa inicial: "Para ganar también hay que saber perder"
Luego del fundamento que les plantee más arriba, les diré que una de las reglas inquebrantables del ser padres será nunca generar situaciones de "competencia" con ellos.
Cuando uno educa a sus hijos desde el amor, desea lo mejor para ellos, que indiscutiblemente será bueno para nosotros.
Con esta frase que introduje en la placa inicial intento transmitirles, que a veces hay que ceder, para enseñarles a ellos que también pueden ceder, que importante y necesario.
Cuando los escuchamos atentamente y con respeto, les enseñamos a escuchar respetuosamente.
Cuando les mostramos que para el bienestar de todos o del otro a quien amo de verdad o simplemente para mantener la armonía y el respeto, hemos tenido que ceder nuestro propio beneficio personal y hasta el poder que la autoridad de padres nos otorga. Con este ejemplo les estaremos enseñando que para lograr un bien común a veces, es necesario "perder" individualmente, ceder en mi deseo de imponerme o dominar.
Les dejaremos, de este modo, una excelente enseñanza para la vida.
Cuando trabajamos, cuando vivimos en pareja o formamos una familia, tendremos que poner en práctica muy a menudo este gran aprendizaje.
Déjenme mostrarles algunos ejemplos.
Cuando decidimos ver una película en familia, siempre uno o varios integrantes tendrán que ceder su deseo personal.
Cuando trabajamos en equipo, deberemos escuchar respetuosamente a nuestros compañeros y a veces ceder aunque no estemos de acuerdo al 100%.
Cuando vivimos en pareja tendremos que ceder muchas veces para no herir al otro y pediremos respeto y armonía para no ser heridos.
Como verán, ellos nos miran y copian mucho de lo que hacemos y estos aprendizajes tan profundos involucran sentimientos.
En lo mas profundo de nuestro ser sabemos que nosotros mismos hemos ido aprendiendo de esta forma en nuestra mas temprana edad, cuando hemos ido creciendo pudimos ir razonando y alejarnos en mayor o menor medida de este tipo de aprendizaje.
A nuestros niños aún les faltan algunos años para ser adultos capaces de razonar y discernir por sí mismos.
Les dejaré una última reflexión.
Para ganar al final de nuestra tarea como padres, muchas veces tendremos que saber perder en el mientras tanto.
Aqui les dejo el enlace a nuestro canal de Youtube
Ingresa en el siguiente enlace para leer sobre las cosas que suceden en mi familia y encuentra algunos de los consejos y recursos que comparto con ustedes.Podes participar del FORO compartiendo tu experiencia, dudas, inquietudes, etc.
Adquirí material exclusivo para imprimir suscribiendote en el siguiente enlace Subscribe to Familia en emergencia by Email.
Encontrá todos mis libros, para los niños y los adultos de la casa, en mi MI TIENDA mediante este enlace, gratuitos en kindle unlimited de Amazon.
ESTAMOS PARA APOYARNOS Y ACOMPAÑARNOS
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu interés y participación